La soñada realidad de Jennifer Pareja
J.F. Frutos Casado
El waterpolo femenino en
este país ha crecido mucho en los últimos años. Una de las principales culpables
del notable y cualitativo aumento de este deporte es Jennifer Pareja. La
jugadora catalana está considerada como la mejor waterpolista de la historia de
España. Elegida mejor jugadora del mundo y de Europa en 2013, cuatro Copas de
Europa, nueve Ligas, seis Copas de la Reina, seis Supercopas de España, dos
medallas de Oro en los mundiales y una medalla de Plata en los Juegos Olímpicos
de Londres (2012).
Lo más curioso es que
Jennifer Pareja comenzó a nadar por decisión de su padre. “El agua me llegaba a
los tobillos de pequeña y yo me ahogaba”, afirma entre risas Jennifer. A los
catorce años, la catalana dejó la natación y comenzó a jugar a waterpolo, por
lo que entró en el Centro de Alto Rendimiento. En ese preciso instante, en su
llegada al Centro de Alto Rendimiento, es cuando Jennifer notó que la cosa iba
en serio. Pareja asegura: “En ese momento cambias el chip y te das cuenta que
esto no tiene nada que ver con lo que has hecho años anteriores, sino que esto
es mucho más serio”.
No obstante, al comenzar a
los catorce años a disputar en competiciones superiores, Jennifer Pareja tuvo que
renunciar a muchas cosas, propias de la gente de esa edad. “Desde bien pequeña
sabía que el deporte era lo que me gustaba”, ratifica la waterpolista y asegura
que su padre le llegó a preguntar si estaba segura de lo que hacía, a lo que
ella respondió varias veces “yo quiero ir a la piscina”, en lugar de divertirse
con los jóvenes de su edad.
Sin embargo, y pese al
sacrificio que supone ser deportista de élite, Jennifer Pareja asegura que
volvería hacer cada cosa que hizo y a tomar cada decisión que tomó. “Volvería
hacer cada cosa que hice incluso sin tener los éxitos que hemos tenido estos
últimos años. Lo que te enseña el deporte, el waterpolo en este caso, son
valores y te forman como persona. No me arrepiento de nada”, expresa con
vehemencia la catalana.
Ante la decisión de elegir
un momento especial de su carrera deportiva, Jennifer Pareja asegura, entre
risas, que es un compromiso complicado destacar solo uno. “La medalla de plata
de Londres fue espectacular, son unos juegos olímpicos y es el sueño que
siempre has tenido, pero tengo que decir que la medalla del Mundial en
Barcelona, en casa y encima quedando campeonas, fue también increíble. Es muy
complicado quedarme con uno de esos dos momentos”.
Como deportista de alto
nivel competitivo, Jennifer Pareja le otorga vital importancia a saber
complementar fuerza física y mental. “Físicamente hay que prepararse mucho, hay
chicas mucho más fuertes y grandes que nosotras, por lo que tenemos que
prepararnos bien. Por otro lado, mentalmente, es algo básico. El gran cambio de
nuestro equipo fue, precisamente, mental. Creernos que de verdad podíamos hacer
esto”, confiesa orgullosa la waterpolista catalana.
Tras un tiempo alejada del
mundo acuático, Jennifer expresa la posibilidad de verla vinculada al mundo de
la piscina en un futuro, aunque asegura que necesitaba “verlo un poco desde la
distancia”. No obstante, afirma que “no descarto volver a este mundo, porque es
lo que me apasiona. Me gusta la competición”.
En el futuro nadie sabe lo
que pasará, lo que sí es evidente e inevitable es admirar todo lo conseguido
por la jugadora catalana, que comenzó en el mundo de la natación por una
decisión paternal, como remedio a una necesidad. Destacar cómo supo renunciar a
otras cosas con tal de alcanzar sus objetivos. Lo orgullosa que está de haber
logrado tanto, y la seguridad que muestra al afirmar que “lo volvería hacer”.
Hay cosas en la vida que
parecen ser sacadas de un cuento, la felicidad al conseguir tus metas te hace
dudar de si estás despierto o sueñas. Esto es lo que le ha ocurrido a esta
deportista, porque como reza la frase que Jennifer Pareja tiene en su cuenta
oficial de Twitter: “La realidad ha superado mis mejores sueños”.