La soñada realidad de Jennifer Pareja



J.F. Frutos Casado

El waterpolo femenino en este país ha crecido mucho en los últimos años. Una de las principales culpables del notable y cualitativo aumento de este deporte es Jennifer Pareja. La jugadora catalana está considerada como la mejor waterpolista de la historia de España. Elegida mejor jugadora del mundo y de Europa en 2013, cuatro Copas de Europa, nueve Ligas, seis Copas de la Reina, seis Supercopas de España, dos medallas de Oro en los mundiales y una medalla de Plata en los Juegos Olímpicos de Londres (2012).

Lo más curioso es que Jennifer Pareja comenzó a nadar por decisión de su padre. “El agua me llegaba a los tobillos de pequeña y yo me ahogaba”, afirma entre risas Jennifer. A los catorce años, la catalana dejó la natación y comenzó a jugar a waterpolo, por lo que entró en el Centro de Alto Rendimiento. En ese preciso instante, en su llegada al Centro de Alto Rendimiento, es cuando Jennifer notó que la cosa iba en serio. Pareja asegura: “En ese momento cambias el chip y te das cuenta que esto no tiene nada que ver con lo que has hecho años anteriores, sino que esto es mucho más serio”.

No obstante, al comenzar a los catorce años a disputar en competiciones superiores, Jennifer Pareja tuvo que renunciar a muchas cosas, propias de la gente de esa edad. “Desde bien pequeña sabía que el deporte era lo que me gustaba”, ratifica la waterpolista y asegura que su padre le llegó a preguntar si estaba segura de lo que hacía, a lo que ella respondió varias veces “yo quiero ir a la piscina”, en lugar de divertirse con los jóvenes de su edad.

Sin embargo, y pese al sacrificio que supone ser deportista de élite, Jennifer Pareja asegura que volvería hacer cada cosa que hizo y a tomar cada decisión que tomó. “Volvería hacer cada cosa que hice incluso sin tener los éxitos que hemos tenido estos últimos años. Lo que te enseña el deporte, el waterpolo en este caso, son valores y te forman como persona. No me arrepiento de nada”, expresa con vehemencia la catalana.

Ante la decisión de elegir un momento especial de su carrera deportiva, Jennifer Pareja asegura, entre risas, que es un compromiso complicado destacar solo uno. “La medalla de plata de Londres fue espectacular, son unos juegos olímpicos y es el sueño que siempre has tenido, pero tengo que decir que la medalla del Mundial en Barcelona, en casa y encima quedando campeonas, fue también increíble. Es muy complicado quedarme con uno de esos dos momentos”.

Como deportista de alto nivel competitivo, Jennifer Pareja le otorga vital importancia a saber complementar fuerza física y mental. “Físicamente hay que prepararse mucho, hay chicas mucho más fuertes y grandes que nosotras, por lo que tenemos que prepararnos bien. Por otro lado, mentalmente, es algo básico. El gran cambio de nuestro equipo fue, precisamente, mental. Creernos que de verdad podíamos hacer esto”, confiesa orgullosa la waterpolista catalana.

Tras un tiempo alejada del mundo acuático, Jennifer expresa la posibilidad de verla vinculada al mundo de la piscina en un futuro, aunque asegura que necesitaba “verlo un poco desde la distancia”. No obstante, afirma que “no descarto volver a este mundo, porque es lo que me apasiona. Me gusta la competición”.

En el futuro nadie sabe lo que pasará, lo que sí es evidente e inevitable es admirar todo lo conseguido por la jugadora catalana, que comenzó en el mundo de la natación por una decisión paternal, como remedio a una necesidad. Destacar cómo supo renunciar a otras cosas con tal de alcanzar sus objetivos. Lo orgullosa que está de haber logrado tanto, y la seguridad que muestra al afirmar que “lo volvería hacer”.

Hay cosas en la vida que parecen ser sacadas de un cuento, la felicidad al conseguir tus metas te hace dudar de si estás despierto o sueñas. Esto es lo que le ha ocurrido a esta deportista, porque como reza la frase que Jennifer Pareja tiene en su cuenta oficial de Twitter: “La realidad ha superado mis mejores sueños”. 

¡Oh, capitán, mi capitán!



Hay personas que dedican su vida entera a una empresa, una imagen o marca. En el fútbol, cada vez son menos los jugadores que "nacen, crecen y mueren" en el mismo club. Con el paso de los años, el fútbol se ha convertido en un mundo donde lo único que prima es la cuenta corriente, y se dejan a un lado valores como lealtad a unos colores, fidelidad a un sentimiento, amor por un escudo, etc. Ayer anunció su retirada, del deporte rey, un jugador que si ha sabido defender todos esos valores. Un futbolista de club, de los que traspasan generaciones, un hombre franquicia. Llegó el momento de la retirada de Steven Gerrard. 

El jugador inglés ha vestido la camiseta del Liverpool durante 16 años, en los que ha servido de ejemplo en múltiples ocasiones. Un centrocampista descomunal, con un cañón en su pierna derecha. Dotado de una gran visión futbolística, admirada por todo Reino Unido en particular, y por el mundo del fútbol en general. Muchos jugadores que han compartido vestuario con él han destacado siempre la fuerza mental de este jugador, frío en los momentos más tensos, aportando calma y templanza cuando era necesario. Gerrard ha sabido actuar conforme a lo que la situación demandaba. 

Para el recuerdo queda esa final de Champions League en el año 2005, donde Milán y Liverpool deleitaron al planeta entero. Un partido donde el Liverpool se marchó al descanso perdiendo 0-3. El encuentro parecía sentenciado, incluso se pensaba que se podría presenciar una goleada histórica, pero nadie le dijo a Steven Gerrard que debía rendirse. Nada más comenzar la segunda parte, fue el propio capitán, con su número 8 a la espalda y un cabezazo antológico, el que recortaba distancias. El ejemplo de capitanía y entrega que demostró Steven Gerrard esa segunda mitad, es una enseñanza para todos los jóvenes que están empezando en este deporte. El resultado final de esa Champions ya es conocido por todos, Gerrard elevó la Copa al cielo. 

Se marcha un jugador que ha tenido miles de ofertas, a lo largo de su carrera, para abandonar el club de su vida. Sin embargo, Gerrard siempre ha preferido seguir a su corazón, no cegarse con cantidades descomunales de dinero y seguir sintiendo el calor que te proporciona una afición que te idolatra. Steven Gerrard es un capitán con mayúsculas, una persona que ha sido fiel a una idea, un pensamiento, una camiseta. El jugador inglés es un tipo de futbolista de los que hoy día ya no existen. El fútbol pierde un excelente jugador, la palabra lealtad pierde a uno de sus mejores amantes. 


Sin BBC si hay paraíso

                                                                      
                                                   Cristiano Ronaldo celebrando el 0-3, el tercero en su cuenta particular

No me aventuraré a cuestionar la calidad futbolística de Benzema, me parece un jugador de una enorme calidad y muy necesario para el Real Madrid. No obstante, es casualidad que todo el mundo coincida en que anoche fue la primera vez que vio al Real Madrid jugar bien en esta temporada. Casualmente cuando se dejó a un lado la BBC, y se colocó un sistema distinto. Para algunos era un 4-4-2 y para otros un 4-2-3-1, la misma estrategia que utilizó Ancelotti en esa racha gloriosa de victorias que, casualmente, tampoco disponía de la BBC. 

Zidane se sacudió las críticas de mucha gente. Optó por no apresurarse con las recuperaciones de sus jugadores. Reservó a Ramos y colocó a Nacho, que junto con Varane, hicieron un partido sensacional. Colocó a Lucas Vázquez, que aporta velocidad y desparpajo en ataque, y compromiso defensivo. La lesión de Casemiro ha servido para que Kovacic coja confianza y juegue cada vez mejor. Anoche se demostró que si se coloca a Isco en su posición, existen pocos jugadores como él. Isco debe jugar ahí, entre el centro del campo y la delantera, que sea él el que dé el último pase, que tenga libertad de movimiento por el centro. Así se verá al mejor Isco, pidiéndole que haga lo que mejor sabe hacer: jugar al fútbol.  

Por otro lado está él, el terminado, el acabado, el que esta viejo para estas cosas. Un hombre que nunca aparece en los partidos importantes. El número 7, que anoche se convirtió en el máximo goleador en la historia de los derbis. Un jugador que es el único que ha metido dos Hat-Trick en el Vicente Calderón. Sinceramente, y hablo de memoria, no recuerdo ningún jugador que le haya anotado tres goles al Atlético del Cholo Simeone. Sus detractores no cesan en el intento de "enterrarlo", y él se niega a que eso suceda. Este hombre es leyenda de este deporte, no lo digo yo, los datos están ahí. El último derbi liguero en el Vicente Calderón será recordado con un nombre propio, ese que tanto escuece a muchos, ese que se niega a rendirse y tirar la toalla. Su nombre: Cristiano Ronaldo.

Para lo que sirvió el partido de anoche es para comprobar, y Zidane tuvo que tomar nota, es que la BBC no es innegociable. Obviamente se trata de tres jugadores de un nivel excelso, pero para ganar a equipos difíciles necesitas gente que sepa arremangarse y trabajar. No vale que los tres de siempre se queden arriba, mirando, con equipos como el Atlético eso te mata. Yo en mi equipo quiero gente como Kovacic, Isco, Lucas Vázquez o Modric (vital anoche, un día más, en la victoria del Madrid). El Real Madrid de Zidane no pierde un partido desde el pasado mes de abril, algo bien se estará haciendo por parte del equipo. La lectura principal que saco del derbi es que con jugadores comprometidos se le puede ganar a cualquiera, si todos reman en la misma dirección, los resultados vienen. No es casualidad que el primer partido de gran calidad futbolística del Madrid está temporada haya sido con el cambio de sistema. Lo que quedó claro anoche fue que sin BBC si hay paraíso. 

Piqué corta por lo sano


Llega un momento en la vida en el que no puedes más y te cansas. No soy sospechoso de ser el más fiel seguidor de Gerard Piqué, de hecho, en más de una ocasión he sido yo el primero en cuestionar algunas de sus declaraciones. Sin embargo, lo de anoche ya roza lo absurdo, lo ridículo.

Al parecer, en el partido de ayer, Gerard Piqué le cortó las mangas a su camiseta. Esto no es nada relevante si no se trata por el simple hecho de que es Piqué. El caso es que comenzó a circular por las redes sociales (esas que son dudosamente fiables y que algunos confunden con periodismo o noticias) que el jugador catalán había cortado las mangas a su camiseta para así no portar la bandera nacional que tiene la propia equipación. Un pensamiento bastante absurdo y sin sentido. 

Al concluir el partido, Piqué mostró que las mangas que había cortado, al ser de manga larga (Piqué siempre juega con manga larga), no tenían dicha bandera. No obstante, me sigue pareciendo algo bastante ridículo, que nos centremos en si lo hace por un motivo u otro. No creo que Piqué se centrara en eliminar la bandera de su camiseta cuando en el pecho tiene el escudo nacional. 

Reitero en lo que he dicho antes. Yo he sido el primero en acusar sus múltiples salidas de tono, algún que otro gesto o algunos mensajes en redes sociales, pero lo de anoche ya es de risa. Periodistas haciéndose eco de esta absurda idea, que no hacen otra cosa nada más que empañar el trabajo de compañeros que sí quieren informar y que cuentan las cosas tal y como son. Gente buscando el morbo, porque en el centro de las críticas estaba él, el número 3. 

Piqué ha anunciado que tras el Mundial de 2018 dejará la selección. Tampoco vamos hacer un drama de esto, pero es triste pensar que lo hace por esa corriente morbosa que existe en Twitter que no quiere nada más que cuestionar todo lo que hace el central. Cansado de tantas tonterías, cansado de que se le critique cuando mete la pata (que la ha metido en algunas ocasiones) y también cuando no hace nada. Es un grandísimo central y no se le debe juzgar por cada tontería, y menos cuando detrás de este pensamiento no hay una verdad que sustente el argumento de sus "enemigos". 

Lo de ayer no fue justo para Piqué. Un jugador que está cansado de estar siempre en el punto de mira. Muchas veces he estado en contra de él, pero anoche sentí vergüenza. Vergüenza por lo carroñeros que son algunos en este país, y por ver que como un día cometas un fallo, la masa social nunca te lo perdonará. Anoche Piqué cortó por lo sano.

La enésima oportunidad de Costa


Diego Costa no sirve para la selección española de fútbol. No es una opinión mía, los datos están ahí, y no le avalan precisamente. No osaré en cuestionar el potencial futbolístico de este jugador, no dudo de su enorme capacidad goleadora, simplemente creo que no es el nueve que necesita la selección de Lopetegui. 

Decir que Diego Costa no sirve para la selección española no es un desprecio, ni mucho menos. No todo el mundo encaja en todos sitios, en cualquier ámbito de la sociedad. Conozco muchas personas, de diferentes gremios que, a pesar de ser talentosos, no encajan a la hora de trabajar con un grupo de personas.

La selección española de los últimos tiempos se ha caracterizado por ser un grupo humilde, sencillo y trabajador. Creo que Costa solo representa la última cualidad, ya que considero que no encaja en el prototipo de futbolista sencillo y no conflictivo que los últimos años han representado a la selección. No veo a Diego Costa en este grupo, en esta familia futbolística. 

Quitando su enorme temperamento y sus continuas acciones más que cuestionables, centrándonos solo en los hechos futbolísticos, tampoco es un futbolista que haya demostrado servir para vestir "La Roja". Paco Alcácer o Morata han demostrado, con menos ocasiones, estar en mejor sintonía con el resto de jugadores seleccionados. 

Antes de que alguien me tache de racista, por el hecho de que Costa no sea un jugador nacido en España, solo decir que yo admiré, admiro y admiraré a Marcos Senna. Un jugador que en el terreno de juego nos enamoró por su entrega y compromiso, demostrando que se ajustaba perfectamente al estilo de juego de nuestra selección. Además, Senna demostró una conducta y un carácter idóneo en todo momento. Ni una mala palabra, ni un mal gesto, un jugador querido y admirado por todos. 

No dudo de que Diego Costa sea un grandísimo delantero, solo digo que hasta la fecha no ha demostrado ser un jugador adecuado para nuestra selección. Tan solo digo que a día de hoy, en mi opinión, Diego Costa no sirve para la selección español de fútbol. 

El Madrid de Zidane, joven y campeón

                   Sergio Ramos celebrando el gol del empate en el minuto 93

Comienza una nueva temporada para el Real Madrid de Zidane, y lo hace alzando un nuevo título, que lo corona como "supercampeón de Europa". Un Madrid repleto de jóvenes, donde la ausencia de Cristiano Ronaldo y Bale, era la nota más llamativa de la previa de la final. 

Zinedine Zidane sacó un once donde Sergio Ramos y Marcelo desempeñaban la función de veteranos. Los Lucas Vázquez, Marco Asensio, Isco, Morata, Carvajal y Varane le otorgaban un carácter juvenil al conjunto de Concha Espina. Las ganas de agradar, la ilusión por triunfar en el Madrid y el tremendo desgaste de los jóvenes pupilos de Zizou, propiciaron una sensación de "olvido" ante la ausencia de las dos estrellas del equipo blanco. 

Sin querer pecar de oportunista, me gustaría centrarme en la figura de Marco Asensio. Un jugador que no hace justicia a su edad una vez que se enfunda la elástica y pisa el terreno de juego. Desparpajo y actitud propia de un jugador curtido en mil batallas. Calidad y técnica a raudales para ilusionar al respetable. Mención aparte merece su gol (el primero del partido), una perfecta combinación entre fuerza y colocación, calidad y personalidad. Este jugador está llamado a hacer grandes cosas, tiene la materia prima suficiente. El tiempo lo dirá. 

Hubo una época en la que fichar jugadores estaba mal visto, donde apostar por los jóvenes parecía la señal de identidad de un club, única y exclusivamente. Sin embargo, el tiempo ha demostrado que no es así. Hace años al Real Madrid se le exigía "más cantera y menos cartera". Pues bien, a día de hoy esto no es aplicable al Madrid. Un equipo que solo ha fichado un jugador, Morata, que vuelve a la casa donde se formó. Jugador joven y español. 

El Real Madrid se enfrentó al Sevilla con un once de los cuales siete eran españoles. Sé que esto no quiere decir nada, pero hace años se otorgaba una descomunal importancia a estas cosas. Era un orgullo extraordinario ganar con jugadores de la casa, jóvenes y españoles... Esto ha cambiado. Mientras otros se gastan millones en André Gomez, Umtiti, Arda Turan y compañía, el Madrid está formando un equipo repleto de españoles y donde se respira un fuerte aroma a juventud. 

Y es que, como bien rezan las pancartas del Estadio Santiago Bernabéu, "hasta el final vamos Real". Una vez más el Madrid empató en el 93, otra vez fue Sergio Ramos. Es ya una obviedad que este equipo no se rinde hasta el pitido final. Está en su ADN, el no bajar los brazos. Esto es lo que la afición blanca le exige a sus jugadores. Se puede ganar o perder, pero jamás se debe faltar a la cualidad propia del madridismo, su característica por antonomasia. Nunca bajar los brazos, nunca dejar de creer. El madridismo no se concibe de otra forma. 

Punto y final


España ha sido eliminada de la Eurocopa 2016. Con esta eliminación se esfuman todas las ilusiones de miles de aficionados. Como si de un sueño se tratase, España se ha despertado y ahora debe afrontar la cruda realidad. Lo más duro es ver caer a un equipo tan grande. No creo que ningún conjunto sea mejor que la selección española, nadie ha hecho mejor fútbol que los chicos de Vicente del Bosque. Sin embargo, es algo que debe plasmarse en el campo. 

Es momento de hacer autocrítica, pero no de machacar a nadie. Es cierto que Del Bosque no ha sabido utilizar a los 23 jugadores, solo contemplaba la posibilidad de manejar a 11 o 12 miembros de la plantilla. No hemos tenido un plan B, y por consiguiente, nos hemos convertido en un equipo tremendamente predecible. 

Ahora me vienen a la mente los recuerdos de 2008, 2010 y 2012. Lo difícil que era hacer lo que hicieron, y lo afortunados que somos de haber podido vivir semejante época dorada del fútbol mundial. Una generación de futbolistas que, poco a poco, parece llegar a su ocaso, los mismos que enamoraron a su país y fueron admirados por el mundo entero. 

Muchos pensábamos que lo ocurrido en el mundial de Brasil de 2014, sería tan solo un espejismo, que volveríamos a ganar. Confiábamos en que había materia prima suficiente para volver a la senda del triunfo, pero no ha sido así. En 2014 no pasamos de la fase de grupos y en 2016 eliminados en octavos de final. Parece ser que España ha retrocedido y volvemos a nuestros principios donde temíamos los partidos complicados. Ojalá esto sea algo pasajero, ojalá no volvamos a lo de antes.

Me niego a pensar que este equipo, que nuestra selección, vuelva ser la que no pasaba de cuartos, la que siempre tenía mala suerte. Es imposible que después de lo vivido volvamos a ser los de antes. El problema es que la generación que ha adquirido la capacidad de superar citas importantes está abandonando la selección, debido a la edad, y están llegando nuevas generaciones que, de momento, no han dado la talla. 

España se ha ido, se va de la Eurocopa. Se va una de las favoritas para ganar el torneo. La selección se marcha de Francia y abandona el trono de Europa tras ocho años de supremacía. No sé qué ocurrirá en el mundial de Rusia de 2018, qué jugadores estarán o qué entrenador los dirigirá. Solo sé que España se ha ido y no sé cuándo volverá. Tan solo espero que no se haya marchado para siempre. 

Nada de miedo, solo respeto


Una vez más y a las primeras de cambio, sale a relucir el espíritu derrotista de los españoles. Hace tan solo unos días, el pasado viernes 17 de junio, España ganaba 3-0 a Turquía. Entonces se decía que íbamos sobrados, que jugábamos como nadie y que no se veía una selección que fuese capaz de vencernos. Ayer Croacia nos ganó 2-1 y nos condena a pasar como segunda de grupo. 

El encuentro fue un cúmulo de infortunios o malas decisiones. España empezó fuerte, desplegando un fútbol de un gran nivel, como lleva haciendo todo el torneo. Tras el gol de Morata (pichichi junto a Bale de esta Eurocopa con 3 tantos) España comenzó a verse primera de grupo, y empezó a confiarse y tranquilizarse, quizá demasiado. Debido a esto, y a una actitud defensiva muy floja de los zagueros españoles, Croacia empataba el encuentro. De Gea pudo hacer más, pero no es el principal culpable del gol del empate.

Ya en el segundo tiempo, el penalti errado de Sergio Ramos, nos pudo poner de nuevo por delante. Una pena máxima que tuvo que ser repetida por dos cuestiones: el portero estaba adelantado y los defensas croatas se metieron en el área. Aquí dejo la foto para que cada uno opine. 


En la recta final del partido, Croacia puso la puntilla al partido y le asestó una gran estocada a los jugadores españoles. En este gol se pueden apreciar unas decisiones cuestionables. Por un lado, si el empate le valía a España para ser primera de grupo, no entiendo la obsesión por atacar en la recta final del partido. Tal y como yo lo veo, España tenía que haber dormido el encuentro, haciendo lo que mejor sabe hacer, tocar y tocar. Por otro lado, el disparo de Perisic tuvo que ser atajado, o al menos despejado, por David De Gea. Al igual que la responsabilidad del primer gol croata no recae al 100% en el portero español, en esta segunda acción  es el principal responsable. No entraré en polémicas de opinar que hubiese pasado si el portero que comete semejante error no es De Gea (que conste que David me parece el mejor portero del mundo, actualmente). 

La Eurocopa agradecida a España

La UEFA debe estar agradecida a España. Por ver el lado bueno de lo ocurrido anoche, gracias a España nos vienen unos auténticos partidazos. Al quedar segunda, España tendrá que sufrir e ir por el lado "oscuro" de la Eurocopa. Esto nos proporcionará un Italia-España en octavos, un enorme Alemania-España en cuartos y un intenso Francia-España en semifinales. Algo que puede animar esta competición y ofrecer grandes encuentros, algo que necesita esta Eurocopa, que hasta la fecha ha sido bastante anodina. 

Puede que España no merezca pasar como segunda, o quizá sí. Lo que sí es seguro es que seguimos siendo el equipo que mejor fútbol ha desplegado. Por esto quiero hacer un llamamiento a la cordura y la serenidad. Ni antes éramos absolutamente indestructibles ni ahora somos una calamidad. 

¿Tener miedo a Italia? Dejando la vanidad a un lado y reconociendo que la selección azzurra es un equipo muy incómodo, cabe recordar que la última vez que nos enfrentamos a ellos fue en la final de la Eurocopa de 2012. El resultado de aquel partido fue de 4-0, haciendo historia con una enorme goleada en una final, algo insólito hasta el momento. También podemos recordar la penúltima vez que nos enfrentamos a los italianos, donde Iker Casillas le ganó la partida a Buffón, en la tanda de penaltis de 2008. Respetemos a los rivales, a los italianos y a todos, pero no tengamos miedo. Son el resto de equipos los que han de temer a los españoles. Somos nosotros los que hemos conseguido Eurocopa-Mundial-Eurocopa, son los chicos de La Roja los que han creado y defendido un estilo de juego envidiado en todo el planeta fútbol. 

No nos derrumbemos ahora. No critiquemos a los jugadores por un desliz, que ha sido a tiempo y aún se puede enmendar. Vamos a ir todos a una, dejemos de autodestruirnos, somos los vigentes campeones y el equipo más temido y admirado por el planeta fútbol. Defendamos a los nuestros, a los 23. Los jugadores por su parte, deben dejar los egos fuera del vestuario. Deben de creer en ellos mismos, en su fútbol. Esta plantilla tiene la calidad suficiente como para proclamarse campeona de nuevo. Yo confío en España, porque este equipo me ha regalado momentos que solo habitaban en mis sueños. Nada de miedo, respeto por los rivales. Ese mismo respeto que nos tienen todos los equipos, desde aquel maravilloso 2008, y que a día de hoy todavía se ve reflejado en sus rostros cada vez que se enfrentan a España, ese equipo de "locos bajitos", al cuál todos quieren parecerse. 

Primer asalto en la Euro 2016




Una vez disputada la primera jornada de los grupos de la Eurocopa de 2016, las selecciones comienzan a posicionarse y algunas, a dar sorpresas. Tras ver los primeros partidos, algunas selecciones han confirmado las expectativas que se tenían en ellas, y otras en cambio, han dejado bastantes dudas.

En primer lugar, selecciones como Bélgica, Inglaterra o Portugal han dejado un sabor de boca agridulce. Estas tres selecciones son las llamadas a dar la sorpresa en esta competición e intentar alzarse con el título. Tienen jugadores de gran nivel, pero no consiguen hacer que funcione el engranaje de su plantilla. 

Bélgica: es una selección joven, con jugadores que atesoran mucha calidad, pero que no terminan de conseguir encajar las piezas para desarrollar un juego vistoso y sobre todo, efectivo. Jugadores del nivel de Lukaku, De Bruyne o Carrasco, deben dar un paso al frente y tirar de un equipo que tiene excelentes jugadores en todas sus líneas. Tienen un seguro en la portería como es Courtois. Deben ganar el próximo partido para mantener viva la posibilidad de conseguir la Eurocopa. 

Inglaterra: es una de las selecciones que más dinamita tiene arriba, como son Kane, Sturridge, Vardy o Rooney, y cuyo problema viene a la hora de defender. La necesidad de un pivote defensivo que sepa destruir el juego de los rivales, o la ausencia de un central de gran nivel que ayude a Gary Cahill a cortar las ofensivas rivales, es el talón de Aquiles de esta selección.

Portugal: una selección que siempre cuenta con jugadores muy buenos a nivel individual, pero que no termina de cuajar y transmitir la seguridad de una selección potente. Los Cristiano Ronaldo, Nani o Quaresma, son jugadores que deben marcar las diferencias, ayudados en todo momento de jugadores con mucha clase, como es el caso de André Gomes. Ronaldo debe dar un paso al frente en momentos delicados y tirar de su selección. 

Francia: es la anfitriona y una de las mayores candidatas a conseguir la Eurocopa de 2016. Tras su primer partido, deja dudas y puede haber rotaciones en jugadores esenciales como son Griezmann o Pogba. En el partido inaugural, los galos consiguieron los tres puntos gracias a una genialidad de Payet, pero su fútbol no convenció y esperan poder limpiar su imagen ante la estéril Albania.

Alemania: es eficacia en estado puro. Son los actuales campeones del mundo y otorgan un juego vistoso y efectivo. Sin desplegar su máximo nivel, consiguieron ganar su primer partido y confirman su posición de favoritos para alzarse con la Eurocopa y desbancar a España del trono europeo, como hicieron en 2014 con el trono del mundo. 

Italia: el diablo sabe más por viejo que por diablo. La selección italiana es veterana en este tipo de competiciones. No obstante, es una selección renovada y cuenta con jugadores más jóvenes que en pasadas ediciones de torneos internacionales. La experiencia de Buffón o De Rossi, son las bazas más destacadas de la selección azzurra. 

España: hasta la fecha, son los que han ofrecido un mejor fútbol. Guiados por un Silva descomunal y un Iniesta celestial, La Roja ha dado un golpe en la mesa y avisa a todo el continente europeo que sigue manteniendo su sed de títulos. Una selección más joven que la de la Eurocopa de 2012, que cuenta con jugadores como Morata, Thiago, De Gea, etc... Con Juanfran y Jordi Alba desplegando un trabajo descomunal en ataque y en defensa, la selección confirma su posición de favorita. Unos centrales imperiales como son Piqué o Ramos aseguran mantener la portería a cero, ambos respaldados con grandes porteros como son De Gea o Iker Casillas.

Aún es pronto para vaticinar algún resultado posible, todo puede cambiar y esto no ha hecho nada más que empezar. Esperemos que jugadores como Cristiano Ronaldo, Zlatan Ibrahimovic, Wayne Rooney y compañía, despierten y ofrezcan su máximo nivel para que todos los aficionados a este deporte disfrutemos de un gran espectáculo. Sin embargo, estas son las primeras sensaciones que han dejado la primera jornada de los grupos de la Eurocopa de 2016, al menos para mí. 

¡¡¡ El humilde Campeón !!!


          
                                      Los jugadores del Leicester celebrano un gol. Uno de tantos...

Vivimos en un mundo dominado y dirigido por el dinero, que controla todos los sectores de la vida, todos los ámbitos, incluido el fútbol. En la actualidad, los equipos se gastan millonadas en sus fichajes, despilfarran a diestro y siniestro el dinero que obtienen de patrocinios, socios, ventas, derechos de imagen, etc... Todo ello para formar un equipo indestructible y capaz de ganarlo todo, o eso se supone. Sin embargo, no siempre es así. No siempre vence el dinero, lo material.

Nos situamos en la Premier League (la Liga Inglesa de fútbol), allí residen clubes multimillonarios como son el Chelsea, Manchester City, Manchester United, Arsenal, Liverpool, etc... Candidatos todos los años a conseguir grandes cosas, grandes logros impulsados por sus extensos talonarios. No obstante, este año ha surgido un invitado inesperado a la fiesta de los títulos. El Leicester City, se ha alzado con el título de campeón de la Premier League. Para situarnos, estamos hablando de un club que su principal objetivo era mantenerse en la máxima categoría del fútbol inglés. Con un presupuesto bajo, infinitamente inferior a los recursos de los colosos que he citado anteriormente. 

Muchos de los jugadores que forman la plantilla de este equipo eran "ignorados" por los aficionados. Futbolistas como Morgan, Jamie Vardy, Riyad Mahrez, N´Golo Kanté, era simples desconocidos de este deporte, y algunos no hace mucho tiempo, tenían que trabajar en otros sectores de la sociedad para poder vivir, porque militaban en equipos de categorías amateur. Todos ellos han conseguido derrotar a los grandes clubes, han logrado doblegar el poder del dinero con cualidades que no están a la venta. Compromiso, sacrificio, esfuerzo, humildad y mentalidad de equipo, son cualidades indispensables para todo equipo que se precie, para cualquier plantilla que quiera conseguir grandes hazañas. En muchas ocasiones, en los clubes más ricos del mundo, estas cualidades brillan por su ausencia. 

No voy a ser hipócrita, yo tengo un equipo preferido en la Premier League y no es el Leicester. Sin embargo, me alegra que este equipo tan sencillo y humilde haya conseguido todo esto, no solo como recompensa al trabajo bien hecho, sino por todo lo que representa. Una gran lección para todos aquellos que se niegan a ver que en fútbol, como en la vida, el dinero ayuda para tener más posibilidades de triunfar, pero que no siempre es así. Que actitudes como humildad o sacrificio no se compran ni se pagan, han de ir inherentes al individuo. No negaré que es necesaria la calidad futbolística para alcanzar unos objetivos primarios, pero sin trabajo y esfuerzo por parte de toda la plantilla, la calidad individual pasa a ser una aptitud estéril de cada jugador. 

Hoy el fútbol inglés es el centro de todas las miradas. Hoy en todo el panorama internacional se habla de la gran hazaña conseguida por el Leicester. La historia de cómo David derrotó a Goliat. Una historia que narra la victoria de la humildad y la constancia frente al dinero. Hoy, el país natal de este deporte, vuelve a ser noticia. Y lo hace con logro que sirve de ejemplo para todo el deporte mundial, para la propia vida. El fútbol inglés ha vuelto a escribir una hoja dorada para los anales de la historia de este magnífico deporte. 

¿Y si Mou tenía Razón?


¿Por qué? Esa pregunta es la que miles de aficionados se hacen hoy. Pero no creo que consigan una respuesta clara, al menos no una de manera veraz. El partido que enfrentaba al FC Barcelona contra el Atlético de Madrid era un partido de carácter vital por varios motivos. 

El FC Barcelona venía de perder el clásico contra el Real Madrid (sin muchos dramas debido a la distancia que atesoran los culés) y quería demostrar que solo se trataba de un bajón puntual. Pero nada más lejos de la realidad, el Atlético de Madrid salió decidido a complicarle las cosas al equipo de Luis Enrique, y vaya si se las complicó. El conjunto colchonero se adelantó en el marcador y estaba controlando plenamente el partido, sin dejar opciones al Barcelona.

Entonces llegó la decisión del colegiado, de cuyo nombre no quiero acordarme, y expulsó a Fernando Torres. En mi opinión, considero que Torres no va con la intención de hacer una entrada dura, sino a robar el balón de manera clara. Es más, se puede apreciar como golpea a Busquets con la parte superior del pie, de manera prácticamente involuntaria. Una vez sentido el contacto, Busquets pone a disposición del espectador un sinfín de vueltas y una actuación digna de encomio. 

Imaginemos que lo de F. Torres es amarilla, ¿por qué no sanciona con tarjeta la entrada de Busquets, el "actor" principal de la jugada anterior, a Griezman? Una jugada por detrás que quedó impune tan solo dos minutos después de la acción de Fernando Torres... Caso aparte merece las acciones de Luis Suárez, jugador que no debió terminar el encuentro por una agresión clara a Juanfran, sin intención alguna de disputar el balón. El uruguayo es reincidente, pero es más fácil sancionarlo cuando juega con su selección que cuando lo hace con la elástica blaugrana. 

Lo más bochornoso es que todo esto no es necesario. El FC Barcelona es un equipo tremendo, descomunal, que no necesita de este tipo de ayudas para ganar partidos. Sin embargo, desde hace bastante tiempo vemos que existe una necesidad imperiosa de que los culés estén siempre en las rondas definitivas, cueste lo que cueste. Buena fe de ello pueden dar Pepe, Van Persie, Motta, etc... El conjunto culé es el equipo con más expulsiones a favor en la historia de la Liga de Campeones, con 30 a favor y 7 en contra. 

Para finalizar, no entiendo la indiferencia de los colchoneros. ¿Qué habría pasado si hubiesen tenido semejante arbitraje en un encuentro contra el Real Madrid? La indignación sería superior, las quejas mucho más notables y el malestar sería mucho más palpable. No sé si será porque es el Barcelona, o quizá que los colchoneros solo se conforman con ganar al Madrid, pero sigo sin entender lo que ocurrió anoche en el Camp Nou. Solo espero que alguien, que no esté cegado por un color determinado, pueda responderme alguna vez la pregunta que un día lanzó un entrenador... ¿Por qué?






El colegiado, Felix Brych, expulsando a Fernando Torres ante las quejas de Godín y Gabi. 

Quizá sea el momento


Llegó la primera derrota de la era Zidane, la enésima del equipo esta temporada. Ya no hay mal rollo al que agarrarse, ya no hay un jefe dictatorial con el que justificarse. Está el que todos querían que estuviese, ¿de quién es la culpa ahora?

La historia ha cambiado, y mucho. Crecí viendo como el Real Madrid era el club más temido, el más aguerrido, el luchador incansable… Veía como sus rivales temían enfrentarse al club blanco, pero eso ya no es así. El FC Barcelona ha conseguido en la última década un sinfín de victorias frente a los blancos, sumando el doble de títulos y enamorando al planeta con su fútbol. No obstante, el equipo catalán no es el único que ha dado un vuelco a la historia. El Atlético de Madrid siempre había sido la víctima favorita de los merengues. Catorce años sin ganar a los blancos lo corroboran, pero eso pertenece al pasado y, ahora, son los madridistas los que sufren al enfrentarse a los colchoneros.

Como un barco a la deriva, mejor dicho un trasatlántico, el Real Madrid hace aguas. Como si del propio Titanic se tratase, los blancos se hunden lenta, pero inexorablemente, arrastrando consigo a todos los miembros de la tripulación blanca. Hay que intentar evitar que el naufragio se consolide y procurar seguir a flote. El club más exitoso de la historia no puede decir adiós a dos Ligas consecutivas en el mes de febrero, mientras teme por la proximidad de un club tan digno como alejado de su nivel como es el Villarreal, un nivel que no está siendo palpable.

Quizá sea el momento adecuado para llevar a cabo una regeneración de vestuario, por llamarlo de una manera suave. Lo que en términos futbolísticos se denomina como una “limpia” de jugadores. Una situación a la que siempre me he opuesto, yo confiaba en esta plantilla, en los jugadores… Una gran parte de este bloque consiguió la tan ansiada décima y ahora no son ni la sombra de ellos mismos. Puede que sea la hora en la que pesos pesados del vestuario abandonen el equipo y dejen paso a gente nueva, con las ganas y la ilusión necesaria que necesita el club, ansia de títulos y de victorias. No había visto venir este momento, puede que no quisiera… Quizá por devoción a algunos jugadores, no lo sé. Lo único que es seguro es que esto no puede seguir así.


Queda la Champions League y el Madrid debe agarrarse a ella como última esperanza. Sin embargo, pase lo que pase en la competición continental el club tiene que tomar medidas. Se debe confeccionar una plantilla competitiva, con ganas, con mentalidad de trabajo… El Real Madrid debe ser lo que siempre fue, un equipo, con todas las letras. Un equipo que recupere la identidad, el orgullo y el respeto de todo el mundo, teniendo en cuenta siempre que el escudo vale más que cualquier nombre individual. 


Escudo del Real Madrid 

La decisión de Guardiola


En su día reproché a Pep Guardiola la decisión de marcharse a una liga, a priori, menos competitiva que la española o la inglesa. La Bundesliga es una liga competida, en la que el Bayern de Múnich siempre desempeña el papel de equipo favorito. La decisión de entrenar en Alemania, me parecía la decisión más fácil después de entrenar al FC Barcelona, demasiado fácil. A un entrenador como Pep hay que exigirle más, que se arriesgue y que esté en ligas disputadas. 

Guardiola ha fichado por el Manchester City, uno de los mejores equipos de la Premier League y uno de los clubes más ricos del mundo. La decisión de Pep de entrenar en la liga inglesa, en la que para mí es la liga más difícil y competida del planeta, es una decisión valiente y que demuestra el deseo del entrenador catalán de conocer diferentes estilos de juego. 

No obstante, la llegada de Pep a Manchester es una decisión consensuada y sopesada. Guardiola se volverá a ver las caras con Txiki Begiristain, con el que coincidió en su época blaugrana y con el que tenía una gran afinidad. Este reencuentro le garantiza al entrenador de Sampedor la seguridad de poder tomar decisiones importantes en la planificación de la plantilla. Guardiola no tendrá inconveniente, por parte de la cúpula del club inglés, en tomar las medidas oportunas. 

El Manchester City ha conseguido en los tres últimos años 1 Liga y una Copa dirigido por Manuel Pellegrini. Sin embargo, el "lunar" del club inglés es, a día de hoy, hacer una gran campaña en la competición más importante del viejo continente: la Champions League. Si no me falla la memoria, los Citizens no han pasado de octavos de final en dicha competición. Los aficionados al club inglés cuentan con que el entrenador catalán pueda colocarlos en el olimpo del fútbol mundial. 

Son muchas las especulaciones de posibles candidatos para ocupar los banquillos del Chelsea y Manchester United la próxima temporada, y la posibilidad de que Mourinho entrene a uno de estos equipos (está muy cerca del Manchester United) sirve para otorgar un valor añadido a la llegada de Pep a la liga inglesa. Por todo esto y muchas cosas que están por venir, considero que Guardiola ha tomado una excelente decisión. 









Fotografía de Pep Guardiola
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La ilusión de un mago



Llegó el momento, el héroe de la novena tomará las riendas del Real Madrid. En su día el juego del club paso por sus botas, dejando a todos maravillados, pero en esta ocasión será muy diferente. Con poca experiencia en los banquillos, Zidane se enfrenta a la oportunidad de su vida, aunque existan algunas dificultades. 

En primer lugar, la situación del equipo no es la idónea. Eliminado de Copa del Rey, la Liga está complicada y la Champions es una competición difícil de ganar siempre, Zizou se enfrenta a una temporada que se prevé en blanco. Por este motivo no hay que comenzar a juzgar ni a exigir resultados a Zidane de inmediato. El momento de exigir será cuando el nuevo entrenador del Real Madrid tenga una pretemporada para moldear al equipo, donde tenga la posibilidad de elegir con qué jugadores cuenta y con cuáles no. Establecer un estilo de juego desde el principio, no en enero de prisa y corriendo. 

En referencia a lo anterior, creo que la llegada de Zidane tiene dos caras importantes. Por un lado la ilusión, más que evidente, que despierta en todo aficionado madridista. Un hombre que siempre optó por el buen fútbol cuando pisaba el verde, y que estaba sentado en el banquillo, como segundo de Carlo Ancelotti, cuando se ganó la décima. Por otro lado, es un situación muy delicada, y puede que también, precipitada. Este no es el momento ni la forma soñada por un madridista para el regreso de Zidane. 

El mayor problema de Zidane tiene nombre y apellidos: Florentino Pérez. El mismo hombre que ayer le abrazaba y le deseaba suerte será el primero en querer darle salida a los 2 o 3 años, en el mejor de los casos. Con un presidente que lleva once entrenadores en trece años las expectativas de un proyecto a largo plazo se hace casi inimaginable. 

Zidane se enfrentará a un vestuario que lo admira. Un vestuario que hasta el momento no ha hecho nada por sacar la temporada adelante, donde los egos personales parecen pesar más que el escudo del club. Con Zizou eso debe acabar, por el simple hecho de que el entrenador ha sido uno de los grandes jugadores de la historia y eso pesa en un vestuario. Es el momento de que pesos pesados de la plantilla den un paso al frente y remonten el vuelo. 

Sin embargo y a pesar de todo esto, la llegada de Zidane es un empuje para cualquier aficionado al club blanco. La ilusión y el optimismo son más que palpables en los madridistas. Zidane les dio la novena, fue participe de la décima y anhelan poder alzar con él la undécima. Cómo futbolista el francés fue algo insólito, único e inigualable. Magia en estado puro, capaz de componer música mientras jugaba, de recibir un ladrillo y devolver un balón de fútbol. Zidane con sus pies enamoró al mundo, ahora es el momento de conquistarlo con su conocimiento.