Desenterrando la historia
Lo que está muerto no puede
morir. Esta es una frase muy conocida de una serie que está en boca de todos
ahora mismo. Justamente, esto se podría aplicar al Real Betis y al Valencia,
equipos que en su día fueron “enterrados” por muchos y que ahora parecen haber
vuelto más fuerte que nunca.
De todo esto saco una
certeza, el pasado siempre vuelve, y cuando lo hace, no deja indiferente a
nadie. No hace tanto, Valencia y Real Betis eran el azote de los que hoy día
denominamos “los gigantes del fútbol”. Épocas donde los valencianos llegaron a
finales europeas, y donde los verdiblancos se convirtieron en un grave dolor de
cabeza para los grandes equipos españoles.
En la actualidad, ambos
equipos dejan muestras evidentes de estar atravesando un gran momento. El
conjunto Che ha configurado una plantilla muy competente, arropada por la
enorme experiencia de Marcelino. Un híbrido entre jugadores y técnico que se prevé
que dé grandes alegrías a los de Mestalla. Los goles de Zaza y la magia y la
picardía de Gonçalo Guedes están conduciendo al Valencia por la senda idónea.
Por parte de los
verdiblancos, los fichajes realizados en verano y la decisión de colocar a
Quique Setién en el banquillo está viendo sus frutos. Jugadores como Javi
García, Sergio León o Guardado le aportan esa chispa necesaria al conjunto
sevillano, esa que hacía tiempo que no atesoraba. Los béticos están jugando de
maravilla, dando espectáculo y acompañados en todo momento por el inconfundible
sonido de las cuerdas vocales de miles y miles de seguidores verdiblancos. Un Betis-Levante
jugado en un lunes con una entrada de 50.000 espectadores, o lo que es lo
mismo, el estadio lleno hasta la bandera. Por esto y mucho más, afirmo sin
dudar y en mi opinión, que el Betis tiene la mejor afición del mundo.
Sin embargo, el curso no ha
hecho nada más que comenzar, y las notas se entregan en mayo. Aún así,
tendremos que estar pendientes de la evolución de estos dos equipos, que
parecían estar muertos y que pueden convertirse en la sorpresa de esta Liga. Dos
entidades que han salido de su tumba, en la que algunos los habían introducido,
que se están volviendo a levantar para golpear con más fuerza que antaño. Betis
y Valencia estaban muertos, y como ya se sabe, lo que está muerto no puede
morir.