Se marcha una leyenda


El culebrón Iker Casillas ya ha finalizado. El portero del Real Madrid abandonará el club que le vio nacer como portero, el mismo club que le ha ayudado a ser el más grande, y el mismo que no ha sabido valorarlo. Iker se marcha tras dos temporadas de insultos, pitadas, recriminaciones de su propia afición, una afición que ha llegado a cuestionar el madridismo de este jugador, algo que parece bastante absurdo. Será difícil ver un Real Madrid sin su Santo. Para muchos, entre los cuales me incluyo, es una lástima que Casillas se vaya de esta manera del Real Madrid. Para otros, impulsados por su devoción a Mourinho, es una bendición que tenía que haber llegado antes. Aficionados al club blanco que cuestionan el madridismo de Iker, pero no dudan del madridismo de Mourinho. Algo no funciona en el estadio blanco. 

No obstante, dejando aún lado las opiniones personales, lo verdaderamente cierto es que Iker Casillas no volverá a vestir la camiseta del Real Madrid. El mejor portero de la historia de este país se va, dejando una estela de títulos y paradas imposibles, milagrosas, propias de un Santo. Además, ha sido en todo momento un ejemplo para los más jóvenes. Nunca una mala palabra fuera de contexto, nunca un gesto antideportivo, siempre respetando al rival. Aún recuerdo como pedía el final del partido en la final contra Italia en la Eurocopa de 2012, Iker ha sido un grande en el terreno de juego por sus paradas y por su actitud. 

Sin embargo, estas últimas temporadas no han sido las más idílicas para él. Sabemos que la memoria en el fútbol es muy efímera, pero en este caso ha sido absolutamente desproporcionada. Respetando todas las opiniones, ¿cómo voy a olvidar todo lo que ha dado este hombre? ¿Cómo olvidar la parada a Perotti en línea de gol? ¿Cómo olvidar la parada a Robben, la tanda de penaltis contra Italia en la Euro 2008? No, yo no puedo olvidar todo eso. Desde pequeño me enseñaron que es de bien nacido ser agradecido, y a este hombre hay mucho, pero mucho que agradecerle. 

El Real Madrid despide a un emblema de este club de una forma un poco triste. Ya viene siendo una tónica habitual que las leyendas del Real Madrid salgan por la puerta de atrás, y que con el tiempo se le reconozca el mérito que tuvieron, pero demasiado tarde para mi gusto. Ahora se suceden un sin fin de nombres que optan para ocupar la portería del Real Madrid. El portero que sea elegido para defenderla tendrá una dura tarea, puesto que no es fácil superar a un mito. Es muy difícil conseguir lo que Iker ha conseguido, y hacerlo de la forma en la que él lo ha hecho. 

No habrá otro Iker, no habrá otro Santo. Puede que muchos se alegren de su marcha, pero llegarán momentos en los que recuerden todo lo que dio al club blanco. La grandeza de Iker Casillas es absoluta. Un portero que ha decidido más partidos que muchos delanteros, un hombre que nació en el Real Madrid, de la casa. Su tiempo en el club que le vio nacer termina. Su carrera continúa en Portugal. La leyenda de Iker Casillas es una realidad, superar a este mito, es imposible.

Gracias Iker, de todo corazón. 









Un vídeo que se queda corto para agradecer a Iker lo mucho que ha dado a este club. Eterno Iker 

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