Durante toda mi vida he escuchado a muchísimas personas decirme una y otra vez que nada es para siempre, que todo tiene un final, que tarde o temprano todo se acaba. Esto también puede ser aplicado al deporte. A lo largo de las décadas han ido surgiendo estrellas que han marcado unas épocas, consiguiendo logros que parecían inalcanzables.
En el caso del Real Madrid ha sido así. Cuando en su día Don Alfredo Di Stéfano marcó un registro goleador que parecía insuperable, nadie imaginaba que un joven chaval madrileño, con un físico y una potencia bastante "pobres", pero con la astucia de una leyenda, conseguiría batir a la saeta rubia. Ese chaval es Raúl González Blanco y anotó 323 goles con la camiseta del Real Madrid.
Pero una vez más el ciclo de la vida se repite. El 6 de julio de 2009 llegó al Real Madrid un jugador procedente del Manchester United: Cristiano Ronaldo. En su llegada mucho se habló de lo mucho que iba a frecuentar la noche madrileña. Se dijo que sería un "discotequero" y que no rendiría a la altura de un club como el Real Madrid. Nada más lejos de la realidad.
Si tenemos que definir a Cristiano Ronaldo con una palabra sería con profesionalidad. Nunca ha dado un balón por perdido, nunca ha bajado los brazos. Daba igual que fuese un partido de Liga, Copa o Champions, Cristiano siempre quería ganar, siempre quería marcar. Sabía de la importancia de entrar en la historia del club blanco, y lo ha conseguido. Es posible que llegue el día en el que un jugador supere los registros de Cristiano Ronaldo, pero eso será dentro de muchos años.
Es cierto que no soy imparcial con Cristiano Ronaldo. Lo admito. Siempre he sentido pura y auténtica devoción por él. Un jugador de un nivel excepcional, un goleador histórico, inigualable. Un hombre que siempre se le recrimina lo malo, siempre el gesto feo (que los tiene, como todos) pero que tiene muchísimas virtudes, y el fútbol debería estar agradecido a Cristiano Ronaldo. Un jugador que predica con un buen ejemplo para los más pequeños. Un jugador sano, que vive por y para su cuerpo, para estar al máximo cada día. El ejemplo de que con esfuerzo todo se puede conseguir en esta vida, trabajando duro.
Llegará el día en el que tenga que escribir que Cristiano Ronaldo se retira del fútbol, pero de momento seguiré disfrutándole. Sus goles, sus latigazos desde la frontal del área, sus vuelos en suspensión, su carisma, su ambición, su fútbol. Llegará el día en el que Cristiano se convierta en un mito, una vez finalice su carrera, porque ya ha conseguido convertirse en una leyenda de este deporte. Llegará el día en el que alguien supere a CR7, porque como he dicho al principio, por desgracia, nada es para siempre.
El video que el Real Madrid le hizo a Cristiano Ronaldo por su homenaje.
Leyenda CR.
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