Entrega, corazón, ejemplo, capitán, luchador... A Raúl González Blanco se le puede definir con un sin fin de palabras, todas ellas que tengan un significado de grandeza, porque así ha sido Raúl, muy grande. El jugador más listo que he visto en un terreno de juego.
No era el más rápido, no era el más técnico (aunque no le faltaban recursos), no era el más mediático, no era el más caro. No obstante, cuando la cosa se torcía siempre aparecía el mismo, el chico de la casa, el que siempre quería ganar. Es increíble como escribiendo estas palabras no puedo dejar de pensar en miles de jugadas de Raúl... Sus cucharillas, sus goles en las finales de Europa, su enorme predisposición para ayudar siempre al equipo y no para mirar por el bien individual.
Hoy es un día triste en el mundo del fútbol español y mundial. Se retira un jugador que nunca le faltó el respeto a nadie, una persona que es querida por todas. Hoy se va el icono futbolístico de toda una generación. Todos tenemos amigos o familiares raulistas, eso define perfectamente lo que ha logrado este hombre.
Hace mucho tiempo que Raúl es historia viva de este deporte. Hace tiempo que Raúl tiene un sitio guardado con los más grandes. ¿Cómo contarles a los chavales de ahora quién fue Raúl? Decirles que era un alma incansable. Una persona que jamás daba un balón por perdido, si había un problema lo solucionaba hablando, nada de malos gestos. Un jugador querido y admirado por compañeros y rivales. Decirles que es muy difícil que se vuelva a repetir un jugador así.
En realidad me siento afortunado. Afortunado de haber podido ver a este jugador, de haber podido ver sus goles y sus celebraciones, su carácter indomable, su honradez y sencillez. La grandeza de este hombre no tiene medida. Un la leyenda que se marcha sin su balón de oro. Sin embargo, Raúl no le otorga importancia a eso. Raúl se centraba en lo suyo, en conseguir que el Real Madrid alcanzase la gloria, y lo consiguió. Raúl González Blanco ha sido un ejemplo para todo el mundo del fútbol, del cual se mereció más reconocimiento en su día.
Yo desde aquí quiero ser agradecido con él. Gracias Raúl por tus goles, gracias por tus jugadas, por los títulos, por las enseñanzas dentro y fuera del campo. Muchas gracias por dejarte la vida en cada jugada, en cada balón. Gracias por demostrar que con trabajo y humildad se puede llegar a lo más alto. Y por último, muchas gracias por todo lo que has hecho por una generación entera de personas que jamás olvidarán a Raúl González Blanco: el alma incansable.