El Real Madrid ganó con más goles que fútbol
Comenzó la Champions League, y el Real Madrid defendió su título con una goleada ante el Basilea. El encuentro era un partido fácil, en el cual todo lo que no fuese golear se podía percibir como algo negativo. El Madrid con su enorme pegada consiguió hacer 5 goles sin desplegar el mejor fútbol posible. Pero el Real Madrid tiene que cambiar muchas cosas para poder aspirar a todo.
Anoche fue el Basilea, pero el día que se enfrenten al FC Barcelona, Bayer de Münich, PSG, etc... El gran número de fallos defensivos pueden pasar factura. El Real Madrid en muchos tramos del partido estuvo partido en dos. Por un lado la defensa y por otro los 3 de arriba, con Módric y Kroos como enlace, pero intermitente. Cristiano Ronaldo, Benzema y Bale no conciben la posibilidad de bajar a defender y la forma de presionar tampoco es que sea la más intensa. Kroos no puede hacer el trabajo que hace Khedira o el que hacía Xabi Alonso, y ahí el jugador alemán sufre. El caso de Módric es similar, ambos jugadores obligados a trabajar mucho en el aspecto defensivo y que renuncian a sumarse al ataque, salvo alguna acción esporádica. La defensa tampoco atraviesa su mejor momento y se producen una serie de errores impropios de unos jugadores de este nivel. Y Casillas sumergido en su eterno debate, hizo una grandísima parada para evitar el 4-2.
El mejor del partido fue James Rodríguez. El jugador colombiano corrió, trabajó y defendió como fue necesario. Se le vio trabajar más en defensa, llegando a recuperar un gran número de balones. También tuvo un gran porcentaje de pases acertados, que manifiesta su gran participación en el juego. Y además, consiguió marcar en su primer partido de Champions League con la camiseta del Real Madrid. No obstante, el partido contra el Basilea no es un partido del que se puedan sacar muchas conclusiones. El Madrid ganó por nombre, por jugadores, pero con poco fútbol. Veremos si cuando se enfrenten a otro equipo más poderoso también golean, o esto será tan solo una nube de humo. Aun así, goleada obligatoria y necesaria para el Real Madrid.
Los jugadores del Real Madrid celebrando el 1-0 ante el Basilea.
Es momento de recordar y valorar, olvidarse y de volver a ilusionarse
La selección española de baloncesto perdió ayer su encuentro contra Francia y cayó eliminada del mundial, del cual es la anfitriona. Era una de las favoritas, o la más favorita debido a las bajas de la selección de Estados Unidos. Y claro con esta derrota, sumada a otros tropiezos que hemos sufrido recientemente, ha salido a la luz ese espíritu derrotista de los españoles. Ya todo nos parece oscuro, y todo son críticas.
¿Qué debe haber críticas? Por supuesto. Pero no empecemos a tirar piedras contra nuestro tejado. La derrota de la selección de basket en nuestra propia casa y eliminada por Francia ha sido la puntilla a un año que parece ser gris para nuestros deportistas. El mundial paupérrimo de la selección de fútbol, el pésimo mundial de Alonso con Ferrari y las continuas recaídas de las lesiones de Rafa Nadal, entre otros, parece presagiar que la época dorada de nuestro deporte ha llegado a su fin. No obstante, esto es solo un paréntesis, son seres humanos y pueden perder, además se han ganado un voto de confianza. Olvidemos este nefasto 2014.
Sin embargo, algunos españoles siguen triunfando. Hace un mes, se jugó la supercopa de Europa (campeón de Champions League y de la Europa League) y tanto Real Madrid y Sevilla eran el centro de Europa, ambos españoles. En otro terreno como es la natación, Mireia Belmonte está haciendo historia, superando records día a día y demostrando que no tiene rival. Además, no considero que la selección de fútbol y de baloncesto hayan dicho su última palabra, seguro que volverán. Estoy seguro que nuestros deportistas volverán a encontrar el camino al éxito, pero mientras tanto apoyémosles. Al igual que nos sentimos parte de sus logros, vamos a intentar no pisotearlos cuando pierdan. Este país se caracteriza por "autodestruirse" siempre que algo no va bien. Volveremos a ganar, volveremos a ser el centro de muchas miradas y el punto de referencia y admiración del mundo entero. Seguimos teniendo la materia prima ganadora, los jóvenes vienen con ganas de hacer historia en todos los deportes.
Se volverá a escuchar los canticos de ¡Yo soy español, español, español!... Y la famosa frase de "Soy español, ¿A qué quieres que te gane?". Miremos orgullosos al pasado por todos los éxitos conseguidos, por la forma en la que se consiguieron y por cómo el mundo entero nos admiró. Pero también miremos ilusionados al futuro, aunque el presente inmediato sea malo, tenemos la capacidad, la calidad y la casta para poder ser lo que fuimos, los mejores del mundo.