De parte del deporte
Querido aficionado, muchas
gracias por haberme mantenido vivo durante todo este año. Sé que no ha sido fácil,
que incluso has tenido prohibido salir a la calle. Me has demostrado que el
deporte forma parte de la sociedad actual, de una forma descomunal.
Querida aficionada, gracias
por usar cada centímetro de tu casa, piso o patio para darme vida. Gracias por
hacer que cuando todo era prohibido, cuando nada se podía hacer, pudiésemos
estar juntos para sufrir como tanto nos gusta. Sudando gota a gota.
Gracias amigo aficionado por
contar los días para que volviesen las competiciones. Gracias por gritar de emoción
en el sofá de tu casa, solo o acompañado, mientras rezas porque ese punto,
canasta o gol lleguen cuanto antes.
Mi querida aficionada, muchas
gracias por vestirte cada fin de semana con la camiseta de tu equipo favorito,
aunque no pudieras salir de casa. Siempre con tus colores, esos que dan vida y
luz al deporte.
Admirados deportistas,
profesionales o no, habéis hecho que un año inusual, atípico e histórico tuviese
como fieles representantes los valores deportivos: esfuerzo, sufrimiento y
perseverancia.
Y es que, tanto en la vida
como en el deporte, todo cuanto se desea se consigue a base de mucho esfuerzo. Siendo
totalmente consciente de que, llegado el momento, tocará sufrir. Pero asumiendo
que con perseverancia nada es imposible.
Habéis sabido obviar las
excusas de las circunstancias sociales para entrenar, para seguir a vuestros
equipos desde la lejanía, o incluso, para buscar complementos para vuestras
rutinas deportivas.
Esto solo ha sido un alto en
el camino, pero volveremos a estar juntos. Volveremos a gritar de emoción en un
estadio, rodeado de miles de personas. Llorando de alegría o tristeza. Sintiendo
ese cosquilleo en el estómago fruto de la inquietud y el nerviosismo.
Seguiremos acudiendo a los
campos de fútbol de nuestros pueblos, volveremos a sentir la vibración de las
canchas donde juegan nuestros seres queridos y aplaudiremos cada punto hasta
ganar el set.
Seguiremos disfrutando del cansancio que nos produce ir subidos en una bicicleta, sintiendo la fatiga pedalada tras pedalada. Notando como nuestros brazos se vuelven cada vez más pesados después de cada brazada nadando en una piscina o mar abierto.
Volveremos a abrazarnos con alegría
en los ojos o tristeza en el pecho. Seguiremos gritando, cantando y sufriendo
codo con codo. No obstante, es tiempo de seguir asumiendo nuestra responsabilidad
social y tomar las medidas pertinentes. Debemos ser cautos y conscientes de
nuestra realidad. Hay que seguir esperando para que todos/as podamos volver a
disfrutar.
Por todo cuanto habéis hecho,
por lo que hacéis y por lo que haréis. Por no buscar excusas. Por encontrar posibilidades
donde otros solo ven inconvenientes. Por ser lo que le da sentido e importancia
a todo este mundo, a esta forma de vivir y sentir. A todas y cada una de las
personas que aman aquello que practican, de parte del deporte: ¡Muchas gracias!