Una vez más
El Real Madrid no sabe estar a
la altura de su historia una vez más. La grandeza de un club no solo se ha de
medir por sus logros deportivos, sino también por la forma en la que despide a
las personas que consiguieron colocarlo en el olimpo del fútbol mundial.
Solemos ensalzar la
importancia del club, de su historia, el peso de un escudo, pero no debemos
olvidar que ese escudo no gana partidos por sí solo. Hay muchos años de trabajo
y sacrificio de cientos de profesionales que han conseguido que este club tenga
la magnitud y la repercusión mundial que hoy día tiene. Si el Real Madrid es el
club más importante de la historia del fútbol es, precisamente, por todas esas
personas que se han dejado el alma porque así sea.
Un jugador que personifica a
la perfección los valores que el Real Madrid ha defendido hasta la saciedad es
Keylor Navas. El portero costarricense es el mejor ejemplo de compromiso con un
club. La definición de compañerismo y profesionalidad en su máximo esplendor. Un
portero que no solo ha sabido ganarse a la afición blanca con sus actuaciones
sobre el verde, sino también fuera de este. Con su humildad tan característica,
con su eterna gratitud y su ausencia de vanidad en todos estos años.
Un portero que ha conseguido
ganar 3 Champions consecutivas, siendo pieza clave en esta época irrepetible
del equipo blanco. Un jugador querido y respetado por todo el vestuario, pero
que siempre ha sido infravalorado por la cúpula que dirige a este club. Cada verano,
o cada invierno, siempre buscaban un sustituto para el tico. De Gea, Kepa,
Donnarumma, etc… mientras tanto Keylor, en la sombra, se dedicaba a trabajar y
a seguir ganando títulos. Restándole importancia a las continuas muestras de
ingratitud de los directivos madridistas.
Ahora el Real Madrid pierde a
un grandísimo portero, admirado y respetado por todo el mundo del fútbol. Es turno
de que Courtois demuestre que puede estar a la altura de la portería blanca,
que esos 3 palos que debe defender no serán una carga demasiado pesada. Es turno
ahora de que el belga demuestre que puede corresponder a la confianza
depositada en él, que conseguirá hacer historia en este club, que el bienestar
del equipo estará siempre por delante del propio. Es el momento de que Courtois
ratifique que puede ser el portero perfecto para el Real Madrid, como estos
años SI lo ha demostrado Keylor Navas.
Al tico, tan solo desearle la
mayor de las suertes, de todo corazón. En cualquier proyecto o reto que le
venga por delante, que mantenga su filosofía de vida. Siempre honesto, sencillo
y agradecido. Siempre “Pura Vida”.
Mientras tanto, al Real Madrid
le vuelve a faltar ese señorío del que tanto presume. Aquel que últimamente demuestra
más con golpes de pecho, que con actos de grandeza. El Real Madrid no está a la
altura, una vez más.