La "casa blanca" es inexpugnable 


El reloj marcaba las 18:00 de la tarde, los 22 jugadores estaban sobre el césped listos para ofrecer un espectáculo mundial. Ambos equipos salían con unos onces repletos de estrellas, se esperaba un gran partido y así fue. El FC Barcelona empezó ganando con un gol tempranero de Neymar y el Bernabeu se silenció. Más tarde, el Barcelona pudo sentenciar en una ocasión clara de Messi, pero Iker sacó una pelota con la rodilla a remate del jugador argentino dentro del área pequeña. Poco a poco el Madrid iba despertando. Primero un remate al larguero de Benzema. Después, un remate de James que se marcha rozando el palo izquierdo del portero. Y finalmente, en una internada de Marcelo, pone un balón raso y Piqué se lanza al suelo y lo corta con la mano. Penalti que transformaría Cristiano Ronaldo para poner las tablas en el marcador. Con el 1-1 nos iríamos al descanso. 

Ya en la segunda parte el Madrid dominó con claridad al Barcelona. En el minuto 5 de la segunda mitad, en un saque de esquina, Pepe remató con fuerza a la base del poste, donde Bravo no pudo hacer nada. El tercer gol llegaría gracias a la insistencia de Isco por robar un balón. Los jugadores blaugranas se hicieron un lío y el jugador malagueño inició una contra que acabaría con el tercer gol del Real Madrid, tras una excelente definición de Karim Benzemá. El equipo blanco consigue así, no solo recortar tres puntos a su máximo rival, sino mandar un mensaje claro: este Madrid, organizado, es muy difícil de ganar. 

Se hablaba mucho estos días si se debía hacer un homenaje a Messi, si el público del Bernabeu debería aplaudirle cuando marcase, pero Messi no marcó. Es más, quitando la ocasión que le paró Iker, Messi estuvo desaparecido. Sin embargo, Isco si se llevo los aplausos del respetable. No realizó un encuentro muy brillante en cuanto a detalles técnicos, pero desplegó una actitud defensiva y comprometida con el funcionamiento del equipo sencillamente ejemplar. Por otro lado, Dani Carvajal, estuvo inmenso en su banda derecha. Estaba en todas, tanto en ataque como en defensa, un jugador que va a más, que tiene ganas y sin dudad alguna, tiene aptitudes. Y Módric, ese jugador tímido, introvertido, que se transforma cuando el balón echa a rodar. La labor de Luka en el partido fue vital, y no solo en este partido, la figura de Luka Módric en este Real Madrid, es innegociable. 
Luis Suárez jugó de inicio. Un jugador que llevaba cuatro meses fuera de los terreno de juego y sale de inicio en el Bernabeu. ¿Qué pretendió Luis Enrique? Quizás sorprender, quizás lo tenía claro desde el principio. Es obvio que Luis Suárez es un delantero de un nivel superlativo, pero quizás no era el momento de ponerlo, ni el estadio, ni tampoco contra el equipo idóneo. 

Al parecer se acabó. Se acabó esa época en la que el Real Madrid sufría cada vez que le tocaba medirse al FC Barcelona. Se acabó esos partido en los que los blancos sentían pánico cuando el eterno rival los visitaba en su estadio. Se acabó esos partidos broncos, sucios y violentos, donde se decía que el Madrid solo ganaba por exceso de intensidad, ahora lo hace con toques sutiles de fútbol, al alcance de pocos. Pese a ir por detrás de la clasificación, pese a que el FC Barcelona no hubiese recibido ningún gol hasta la fecha, pese a tener a Neymar, Messi, Iniesta, Suárez... pese a todo esto el Real Madrid ganó. Y es que al parecer la hegemonía blaugrana hace tiempo que se acabó. 




El once del Real Madrid con el que ganó 3-1 al FC Barcelona
Iker Casillas, Sergio Ramos, Pepe, Kroos, Benzema y Cristiano Ronaldo.
James, Isco, Carvajal, Marcelo y Luka Módric.